Pues sí, mañana a estas horas estaré en el aeropuerto de Gatwick sólo acompañada por mi maleta amarilla y dispuesta a conocer de nuevo esta maravillosa ciudad. Como comenté en una entrada anterior, vuelvo a Londres 10 años después.
Por eso la elegí, porque ya la he vivido. Sé que cuando voy a conocer un sitio nuevo entro en un trance histérico. Me entra un ataque de hiperactividad superior al habitual y me convierto en una loca obsesionada por conocer el último rincón, por hablar con cada uno de los habitantes de esa ciudad, por vivir todo lo que se puede vivir en cada esquina, en cada bar, en cada teatro, museo…vamos, un agotamiento mental y físico salvaje. El año pasado vino una de mis mejores amigas a Nueva York cuando yo llevaba un mes allí…la pobre casi me lleva al hospital según nos encontramos…estaba consumida…
Después de 2 años sin vacaciones relajantes, mi cuerpo y mi cabeza no pueden soportar otro mes de frenesí acelerado. Voy a reencontrarme con una ciudad que ya conozco y que adoro, así que sólo tengo que dejarme llevar plácidamente para descubrir todos los rincones que me pasaron desapercibidos en la anterior ocasión, y volver a los conocidos con otra mirada.
Os dejo un vídeo de uno de los discos que van a formar parte de la banda sonora de este viaje. I love your glasses de Russian Red. El vídeo es muy chulo...sólo una voz dulce y una guitarra en un concierto casero.