Un niño y una niña juegan a la pelota en escasos 20 m2 de césped.
Ventolera.
La madre y la abuela toman café al otro lado del cristal.
Como es de prever, la pelota huye hacia la carretera.
La niña, mayor, entra a avisar a su madre.
El niño la sigue pero, cambia de idea y sale corriendo hacia el asfalto.
Salto de la silla y llego a tiempo a engancharle del bracito en plena carrera.
Llega la madre varios segundos después.
Me da las gracias con esa mirada de gañana orgullosa.
Impasible, entra a aposentar el coño oxidado en la silla. La niña las acompaña.
El pequeño vuelve a sus 20 m2 de alarma permanente a darle patadas a la pelotita.
Abuela, madre e hija toman café de espaldas a la ventana.
Y todavía insistís…por qué reniego de la maternidad?
Por mil y una razones, entre ellas
las ciudades deshumanizadas
y esos espejos.
sábado, 6 de junio de 2009
Pelotita
Publicado por Carmen en sábado, junio 06, 2009
Etiquetas: Cosas de la calle, Entrañas
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