De una ciudad no disfrutas las siete o las setenta y siete maravillas, sino la respuesta que da a una pregunta tuya.
Italo Calvino. Las ciudades invisibles.
Vuelvo a Londres 10 años después. En los últimos días he estado tratando de recuperar la primera imagen que construí de esa ciudad. Han volado muchos de los recuerdos. Casi no conservo fotografías, sólo unos cuantos escritos incoherentes que posiblemente esbocé en mis rincones del Regents y Green Park. Y efectivamente, lo que más disfruté de esa ciudad fue la respuesta que me dio a una gran pregunta.
Diez años mayor me enfrento a un viaje similar en muchos sentidos. El texto de Calvino me dirige a plantearme las preguntas que deberé resolver en esta ocasión. Pero no hay actividad en mi cerebro. No espero que la ciudad actúe de oráculo y si lo hace, las respuestas deberán presentarse sin esfuerzo. Continúo disfrutando de la dinámica de no pensar…¡qué bien se vive!
miércoles, 28 de mayo de 2008
Londres, 10 años después
Publicado por Carmen en miércoles, mayo 28, 2008
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1 comentarios:
Plumilla londinense!
D.
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