Justo cuando pienso que me voy a estampar sin remedio, una llamada telefónica me pone rumbo a un faro en 15 minutos. Y claro, ya veo.
lunes, 16 de marzo de 2009
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Justo cuando pienso que me voy a estampar sin remedio, una llamada telefónica me pone rumbo a un faro en 15 minutos. Y claro, ya veo.
Publicado por Carmen en lunes, marzo 16, 2009
Etiquetas: Terapias
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2 comentarios:
Es un pecado que un lunes lo primero que digas con una sonrisa de oreja a oreja cuando llegas al curro es que has estado allí y los demás te sonriamos y te demos una palmadita en la espalda. Lo siento, pero a veces la "envidia sana" no es tan sana.
Ya me advirtieron que la sonrisa permanente no es muy bien acogida en determinados lugares...
las palmaditas siempre se agradecen, salao!
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